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Dice la leyenda que Dios sintió piedad

por el insoportable sabor amargo que les quedó a los hombres cuando éstos perdieron el Paraíso,
por ello mandó a unas pequeñas ninfas doradas capaces de convertir sol y néctar de flores,
en un alimento maravilloso que les endulzaba todos los sinsabores
y les proveía intensa energía y placer…

… lo llamaron MIEL.